La vida le dio un primer campanazo de alerta a la subintendente de la Policía Nacional Carmen Lucía Escobar Sánchez, una rara sensación en su seno izquierdo comenzó a preocuparla, fue tanta la preocupación que solicitó vacaciones para hacerse unos chequeos médicos. El diagnóstico que le dieron el 1° de febrero fue aterrador “sentí que se me vino el mundo encima”.
Los exámenes confirmaron que tenía cáncer de mama. Sintió una explosión que comenzaba a quitarle sus sueños, sus ilusiones, su vida y comenzó entonces una lucha por vencer aquel peligroso enemigo.
Carmen Lucía, nació hace 33 años, el día en que se celebran las Fiestas de la Virgen del Carmen en San Fernando-Bolívar y paradójicamente, su signo zodiacal lleva el mismo nombre de la enfermedad que la amenaza y que alcanzó a hacerle metástasis en su cuerpo.
Con tono quebrantado, narra que la vida le dio un giro de 360 grados, por lo agresivo del cáncer, le tocó separarse de su compañero de vida y de su hija, quienes actualmente viven en Mompox para instalarse en Barranquilla donde está siendo sometida permanentemente a toda clase de exámenes y tratamientos para contrarrestar la enfermedad.
El motor es su pequeña hija Ellen Sophía de tan solo siete añitos, es quien la impulsa a sortear todo lo que implica esta enfermedad. Se ha convertido en una guerrera con una profunda fe en Dios y para que le ayude a luchar con más fuerzas para aferrarse cada día a la vida, lo hace en profunda oración, “Dios tiene la última palabra y me declaro sana en su nombre”, asegura la subintendente Carmen Lucía.

Su compañero sentimental, también hace parte de la Policía Nacional, se trata del Subintendente, Elimar Jiménez, quien se ha convertido en otro bastión fuerte en su lucha para vencer el cáncer, hace poco, él se tatuó en su brazo izquierdo dos puños rosados en señal de victoria y apoyo a la batalla que ella libra contra el silencioso mal.
Para la Subintendente Carmen escobar, el cáncer le hizo comprender que la vida es un ratico, por eso, aprovecha cada instante que el tratamiento se lo permite para compartir con su pequeña hija en casa de sus padres donde actualmente vive; sus amorosos viejos como ella les dice de cariño, también se han convertido en un apoyo incondicional en estos momentos difíciles, “He perdido momentos importantes con mi pequeña hija, gracias a Dios ella es muy inteligente y comprende la situación” señala Carmen.
Cuenta con tristeza que, al conocer el diagnóstico, de inmediato pensó en la muerte y su sonrisa contagiosa comenzó a desaparecer para dar paso a la angustia; pero se ha aferrado a su fe y con el tiempo has superando los temores para someterse al intenso tratamiento médico.
En abril del presente año, le hicieron la primera cirugía y descubrieron que el cáncer había hecho metástasis, en mayo comenzó radioterapia y luego vino la quimio que es la etapa más complicada. “Mi temor más grande fue cuando entré al quirófano, poco a poco fui cerrando los ojos sin saber si regresaría”. Afirmó entre lágrimas, pero con una sonrisa de esperanza.
Desde que Carmen fue diagnosticada con cáncer, el área de sanidad de Policía Nacional le ha brindado una excelente atención medica especialista y psicológica que también le ayudado a motivarse sobrellevar y enfrentar la enfermedad con paciencia, pero con mucho optimismo.
La Subintendente Carmen Escobar tiene 14 años al servicio de la Policía y a la labor comunitaria, espera pacientemente, pero con muchas ganas regresar al trabajo para dar lo mejor de sí en beneficio de la comunidad y también compartir con sus compañeros que tanto han estado pendiente de su evolución.
“Mi vida dio un giro, todo cambia y uno no vuelve a ser la misma persona. El temor aumenta sobre todo en la primera etapa que no puede uno salir, saludar, divertirse, compartir porque el sistema inmunológico cambia y hay que cohibirse de estar donde haya mucha gente, pero llegará el momento en que Dios finalice la obra que ha hecho en mí y me permita obtener la victoria” indicó Escobar.
Su larga cabellera negra que cuidó celosamente durante muchos años, decidió cortarla un día antes de empezar la quimioterapia y donarla a una fundación para niños con cáncer y cuando su pequeña hija la vio con el pelo cortó, le dijo que ella también quería córtaselo para acompañarla en su proceso, “ella me peina, me da besos y me dice no te preocupes pronto te va a crecer», y añadió “me dolió tanto ese momento y escuchar decir…mamá yo no quiero que te mueras… fue entonces que saqué fuerzas para luchar porque ella me necesita y quiero verla crecer junto a mí confiando en que Dios me dé la oportunidad”.
Carmen Lucía, convencida que está ganando la batalla, asegura que la enfermedad le ha enseñado a valorar más la vida, a tener pensamientos positivos en medio de duros momentos, a ser fuerte y luchar, “ahora me toca aprovechar cada segundo de mi vida”.
Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud el 19 de octubre se celebra mundialmente el Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama con el objetivo de crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos, en este sentido las autoridades de salud insisten que tanto mujeres y hombres deben hacerse el auto examen con el fin de detectar masas u otro tipo de formación extraña que pueda ser tratada oportunamente con tratamientos, con el fin de evitar muertes por cáncer de seno.