Hace dos años que fue dado de baja el General Iraní Qassem Soleimani en medio de una operación de precisión por parte de tropas norteamericanas, lo que originó un gran repudio por parte del gobierno Iraní y grupos cercanos como Therán y el islamita Hezbolá, quienes prometieron desde ese entonces vengar la muerte del líder militar.
En el desarrollo de la conmemoración de la muerte de Soleimani, el presidente Iraní manifestó que Donal Trump y el exsecretario de estado Mike Pompeo deben ser sometidos a juicio y condenados como responsables del hecho, de lo contrario los musulmanes tomarán venganza por los mártires.
El gobierno Iraní envío un comunicado al Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde acusa al estado de Israel y a los Estados Unidos de crear caos e inseguridad en la región por causa del asesinato de Soleimani; mientras tanto Líbano, Yemen y Siria apoyan la idea de expulsar tropas Estadounidenses pese a las tensiones de que ocurra lo mismo como en Afganistán, donde los Talibanes retomaron el poder luego que los marines estadounidenses abandonaron el país.