Luego de varios días de protesta en varios puntos de la ciudad por el decreto que regula el horario de servicio de establecimientos nocturnos como bares, cantinas y terrazas entre otros, los propietarios de estos establecimientos, fueron invitados por el Concejo de Cartagena para conocer de cerca la problemática que afecta a los comerciantes en cuanto a la nueva disposición de la Alcaldía.
Kike Mercado, dueño de un bar de la zona sur, explicó que el actual decreto que está en vigencia no fue consensuado con el gremio, sino que la administración lo emitió de forma arbitraria.
Recordó también que existe un fallo judicial que dejó sin piso el anterior decreto que establecía restricciones similares por lo cual la administración está inmersa en un delito por incumplir el fallo.
De la misma forma, advirtió que la Secretaria del interior, Ana María González, solo ha mentido el gremio de dueños de bares toda vez que no ha cumplido los compromisos establecidos.
El Concejal Javier Julio Bejarano recordó que la medida de restricción horaria fue sometida a control político y en su momento se le pidió a la administración que este tipo de normas se tomen en consenso con los involucrados.
Pidió que se tenga en cuenta al Concejo, como coadministrador, para estar presente en esas reuniones.
Por su parte, César Pión, lamentó que la secretaría del interior ni ninguna otra dependencia de la administración estuviera presente en el recinto para escuchar a los voceros ni brindar soluciones.
cel: 3006418748
3 respuestas
Un tanto ilógica la posición se la administración y gobierno de Cartagena.
El actual «desgobierno» …perdón, administración de Cartagena. Está preparados para administrar los frios pueblitos de las cordilleras andinas. Quieren convertir a Cartagena, en un centro monástico.
Los funcionarios de la actual y retrógrada alcaldía de Cartagena, deberían deberían irse para los fríos pieblitos de las cordilleras Andinas. Donde, todo el mundo, se acuestan a las SEIS P.M. (6 p.m. ). O buscar una máquina de el tiempo, para que se vayan a vivir a la edad medieval de la Europa, religiosamente, fanática.