Este jueves el gobierno alemán se pronunció sobre su negativa de enviar tanques tipo Leopard a Ucrania, de la misma manera se oponen a permitir que otras naciones que tengan en sus inventarios tanques de fabricación alemana sea llevados al campo de conflicto, el anuncio se hizo antes que se produjera en este viernes, la reunión con líderes de defensa occidentales en Berlín.
Al parecer la medida es un tanto obligante para que Estados Unidos se comprometa a enviar sus tanques M1 Abrams para apoyar el conflicto en Ucrania, pero el Pentágono hace énfasis que no es posible enviar este material bélico debido a los altos costos que generan en temas de mantenimiento y logística.
Una porta voz del gobierno Biden indicó que los alemanes deben ceder ante la oferta de Estados Unidos para enviar otro tipo de tanques con características similares a Ucrania, ya que, en su efecto no es momento de entrar en controversias sobre este tipo de situaciones y que por el contrario, Berlín envíe los Lopard al campo de batalla.
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Estados Unidos tiene la intensión no solo de enviar tanque de combate sino misiles de gran escala que permiten alcanzar objetivos exactos a más de 320 kilómetros de distancia; otras naciones como Finlandia, Polonia, Reino Unido, Finlandia y países bajos mantienen una gran presión sobre la OTAN para que envíen armamento pesado y sofisticado con el fin de debilitar aún más las tropas rusas en territorio Ucraniano; ya que tanto Ucrania como Rusia preparan nuevas ofensivas en los próximos días, Moscú por su parte planea una movilización adicional de sus tropas.
«Si Estados Unidos decide enviar carros de combate a Ucrania, será más fácil para Alemania», declaró el vicecanciller alemán Robert Habeck a Bloomberg desde Davos este martes. Con estas declaraciones el gobierno Alemán se involucra en un tire y afloje con Estados Unidos que indica Berlín enviará sus tanques si los norteamericanos envían los suyos, pero tal parece que ninguno quiere enviar sus propios tanques.
