Temor, zozobra y centenares de personas desplazadas es el panorama que se vivencia día a día por los continuos enfrentamientos armados entre grupos armados ilegales por mantener el control del narcotráfico en el norte de Santander y el Catatumbo, la cruda violencia ha dejado hasta el momento un total de 103 personas asesinadas en 70 enfrentamientos ocurridos en lo corrido del 2022.
Para el director de la “Fundación Progresar” Wilfredo Cañizares la violencia se ha apoderado de esta zona del país, debido a que existen doce grupos armados ilegales que junto a los carteles mexicanos se disputan el control de la frontera colombo-venezolana; el incremento de los cultivos de hoja de coca en el norte de Santander ascienden a más de 40 mil hectáreas sembradas, de los cuales 19.333 que corresponden aproximadamente al 50% de los cultivos ilícitos está concentrado en Tibú, esta es la razón por la cual los grupos ilegales se enfrentan para proteger su fuente de financiación.
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Aunque el Gobierno Nacional ha dispuesto el aumento de tropas del Ejército Nacional en esa región del país, lastimosamente se observan imágenes como las compartidas en redes sociales donde un grupo de las disidencias del frente 33 las FARC, hacían actividades de patrullaje y requisas el casco urbano de Tibú, allí los guerrilleros estuvieron durante varios minutos frente a las instalaciones de la Alcaldía Municipal, ubicada a pocas cuadras de la Estación de Policía; emitiendo mensajes a la comunidad sobre su presencia en la zona para una supuesta protección a los habitantes. “La frontera con Venezuela ha sido entregada a la criminalidad en los últimos cuatro años, las Farc se han apoderado del control de las actividades, Sociales, políticas y económicas, además ejercen autoridad suplantada en Tibú” indicó Cañizares.
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Al menos 5.625 personas han resultado víctimas de desplazamiento forzado, de la misma manera se han registrado 1.007 homicidios del lado venezolano en el primer trimestre de 2022, lo que indica que está en desarrolló una verdadera catástrofe de violencia que poco a poco va atomizándose y expandiéndose en Colombia, sin embargo, el reto de devolver la tranquilidad y seguridad en esa región del país le corresponde ahora a Gustavo Petro como nuevo presidente de la república; mientras eso pasa los grupos armados ilegales adquieren más fuerza e incrementan su radio de acción, algo similar ocurre en Cúcuta donde el ElN de enfrenta violentamente con el Clan del Golfo y las disidencias.
