El mandatario insiste en que las disidencias de las FARC siguen delinquiendo a pesar de los acuerdos con el Gobierno Nacional.
Una grave denuncia hizo el Gobernador del Tolima Ricardo Orozco, con relación a las acciones armadas que está desarrollando las disidencias de las FARC en esa región del país; el mandatario insiste en que, este grupo delictivo está generando intimidaciones y extorsiones a la población civil en el sur del departamento y por ende no están cumpliendo con los acuerdos pactados en la mesa de negociaciones del proceso de paz, el cual arrancó su segunda fase en esta sema y tendrá una duración de tres meses.
“Manejamos informaciones de inteligencia desde hace varios meses que, al menos 25 delincuentes bien armados de esta estructura se encontraban haciendo de las suyas en los límites con el Huila, en la actualidad tenemos conocimiento que esta estructura han crecido a 50 unidades” afirmó Ricardo Orozco.
El Gobernador hizo referencia a que se han registrado enfrentamientos en la parte alta de Rio Blanco, un territorio que estaba protegido por las Fuerzas Armadas, en los últimos ocho días también se presentaron enfrentamientos en Puerto Saldaña, lo preocupante de esta situación es que se han limitado las operaciones frente a las disidencias.
“Hoy tenemos otro Caguan en Colombia, el gobierno está permitiendo que estos bandidos se fortalezcan financiera y militarmente, están recuperando corredores y regiones enteras para ejercer actividades de narcotráfico” Insistió el Gobernador del Tolima.
Otra de las preocupaciones del Gobernador del Tolima está centrada en el cese de operaciones ofensivas contra la columna Dagoberto Ramos e Ismael Ruiz que hacen presencia en esta región del país, donde se adelantaban unas líneas investigativas muy fuertes y que están enfocadas en el debilitamiento de estas estructuras criminales.
Así mismo aseguró que las disidencias de Iván Mordisco son las más fuertes en el territorio, “hoy estamos limitados para actuar”.
Si bien es cierto que el Gobierno Nacional ha cumplido con todas las disposiciones para mantener un cese de hostilidades, las disidencias de las FARC no tienen la más mínima intensión de acogerse a un proceso de paz, ahora es el turno para que el grupo insurgente haga su parte y deje de delinquir tanto en el Tolima como en otras regiones del país.
