Por: Danilo Auza Freite
La etapa principal para el desarrollo como persona es la infancia, porque allí es donde el ser humano absorbe como una esponja conocimientos y valores que son fundamentales para la formación del ser, pero hay algo que es determinante en este proceso y está relacionado con el crecimiento espiritual del niño ceñido a Dios.
La palabra del todo poderoso nos enseña en proverbios capítulo 22- versículo 6: “Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Tan sabio es el señor al entregar esta herramienta a todos los que somos cabezas de familia, que nos invita como tal a realizar eficientemente la difícil tarea de ser padres y madres en un mundo tan lleno de maldad, injusticias y falto de amor por el prójimo.
Ningún padre quiere mal para su hijo, pero tarde que temprano en la adolescencia y en la adultez, ellos se enfrentarán al mundo, es allí donde serán tentados en escenarios como el alcoholismo, drogadicción, prostitución y delincuencia común entre otras malas acciones; sin embargo, los cimientos que como padre y el temor a Dios que le has cultivado a tu hijo serán su escudo protector ante cualquier dardo del enemigo que lo quiere envolver en sus garras; el diablo solo quiere destruir al ser humano, sobre todo a la familia y lo hace con lo que mejor sabe hacer, con la mentira.
Lamentablemente hoy en día podemos apreciar en gran mayoría, una juventud desbordada en delitos y pecados, ignorante en la palabra de Dios, pero se debe a que los padres no han hecho lo que les corresponde, establecer la palabra de Dios en sus hijos, en su familia, esto debido a que estamos distraídos en los afanes que nos ofrece el estilo de vida que llevamos.
La responsabilidad de administrar la vida de nuestros hijos es seria ante los ojos de Dios, de ello también daremos cuenta en el momento que el señor lo disponga, por esto querido amigo te invito a que cumplas eficientemente tu labor de padre, la cual últimamente está mal enfocada porque creemos que con regalarles un celular u otro tipo de obsequio material, ya somos los mejores padres del mundo, pero es una gran equivocación; recuerda que con el ejemplo también se enseña y tus hijos necesitan que los guíes por el buen camino, para que cuando sean viejos no se aparten del camino del bien que conlleva a la felicidad.
Dios te bendiga.
