Unas cien personas que se encontraban al interior de la fábrica trataron de evacuar las instalaciones cuando escucharon explosiones en el segundo piso de la planta industrial ubicada en Hwaseong, una población localizada al sur de Seúl. Los bomberos tardaron aproximadamente cuatro horas en extinguir las llamas, una labor que fue intensamente obstaculizada por las miles de baterías altamente inflamables.
En el suceso se registraron ocho heridos y 22 muertos trabajadores de la fábrica, pero también se habla de un desaparecido. Las autoridades indicaron que la conflagración inició en la mañana del lunes 24 de junio, fue necesaria la presencia de más de diez carros de bomberos que luchaban contra las inflamables y toxicas llamas debido a la gran cantidad de químicos que se procesaban en ese lugar.
La fábrica, perteneciente a la empresa surcoreana Aricell, estaba abastecida con aproximadamente 35.000 baterías de litio, lo que elevó el riesgo de explosiones en el edificio de tres pisos.
Uno de los empleados de la fábrica que logró escapar de las llamas dijo que, el incendio habría comenzado debido a la combustión explosiva de una de las baterías, desencadenando una serie de explosiones y cortos.
Las autoridades investigan la causa del incendio, incluida la hipótesis inicial de una falla en una de las baterías almacenadas.
