El pasado miércoles 24 de enero del presente año, la procuraduría sancionó la suspensión provisional al canciller Álvaro Leiva, esto luego de ser investigado por el ente de control por su presunta participación en el escándalo por la adjudicación del contrato para la impresión de visas y sellos de pasaportes; sin embargo, Álvaro Leyva ha seguido adelantando funciones propias de su cargo sin importarle el fallo en su contra.
La Comisión de Ética de la Cámara en cabeza de Juana Carolina Londoño, señala que el desconocer la sentencia disciplinaria de suspensión podría representar un grave riesgo para la institucionalidad y si él hace parte de esa institucionalidad, debe respetar la decisión en su contra, “No debería declararse en desacato, sino controvertirla en la jurisdicción contencioso administrativa”, afirmó la congresista conservadora.
La representante también insistió que, el canciller Álvaro Leiva al ignorar y desacatar el fallo disciplinario envía un mal mensaje igual de perverso a la sociedad, debido a que como funcionario público debe cumplir la ley, como cualquier otro colombiano lo haría. “El desacato no es el camino”. Porque podría representarle al funcionario mayores sanciones en un futuro.
